Escrito por Karla Tapia:
Tal vez llegaste a este blog
porque has escuchado acerca del tema pues se ha hablado de ello en los libros
de historia y mapas de arqueología o quizá
te estarás preguntando ¿Qué car%$! es el
hueso sacro? Bien, para poder entender de qué te estoy hablando, primero tienes
que saber que Tequixquiac es un municipio al norte del estado de México a 65 km
de la CDMX.
Tequixquiac
es un pueblo de origen náhuatl, el nombre se compone de “Tequixquitl”, carbonato de sosa
natural y del “atl”, agua; significa
entonces “En el agua tequesquitosa”.
Un dato
curioso es que existen dos lugares con la misma toponimia y para diferenciarlos
uno se llama “Tequixquiapan” y otro Tequixquiac, cabe mencionar que el
municipio de Tequixquiac fue el primero en ser fundado y recibir el nombre, te dejo un vinculo para que puedas apreciar este bonito pueblo. (Clic Aquiii.)
Ahora que
ya sabes de la existencia de este bello municipio hablaremos de cómo fue
encontrado el hueso sacro.
Por allá
del siglo XVI las inundaciones en la ciudad de México representaban un gran problema
(esperen, todavía siguen siendo un problema aunque no por las mismas razones), Tequixquiac
por su nivel topográfico en descenso con el valle de México, resulto idóneo para
drenar las aguas de lluvia, pero no fue hasta el año de 1865 cuando el proyecto
se concretó, pasaron los años y el proyecto seguía en proceso, específicamente el
04 de Febrero de 1870 mientras se realizaban los procesos de excavación del túnel
de las obras hidráulicas de la cuenca de México fue encontrado el “hueso sacro” a 12 m de
profundidad, el descubrimiento fue realizado por el Ing Tito Rosas quien era el
encargado de las excavaciones.
Foto: Boletín del Archivo Histótico del Agua.
El hueso
sacro es considerado una de las primeras obras artísticas de los hombres
Americanos, esta pieza da renombre al municipio en todo el continente
Americano, considerando a Tequixquiac cuna del arte prehistórico, un estudio
realizado por Mariano Barcena y Luis Aveleyra determinó que el hueso sacro
es la última vertebra de un Camélido (fauna actualmente extinta en México), el
hueso fue tallado perfectamente dándole una forma de cabeza de coyote, se le
calcula una edad aproximada de 12 a 14 mil años de antigüedad, fue tal su
importancia que actualmente el hueso sacro se encuentra en el museo nacional de
antropología e historia aunque no siempre en exhibición.
Foto: Museo Nacional de Antropología e Historia.
Tequixquiac posee una infinidad de riqueza natural e histórica, pues también se han encontrado bastantes piezas de material fósil,
incluso cuenta con un pequeño museo llamado “Temoatzin” te dejo la dirección por si un día decides ir al museo o simplemente conocer las bellezas naturales que encontraras en el municipio (Avenida Oriente, sin número, barrio San José C.P.55650, Tequixquiac, México)
en el cual se exhiben piezas de arqueología, paleontología,
etnografía, carapachos de gliptodonte, muelas y mandíbulas de caballo, huesos
de mamut, Camellos, Bisonte, osos, osamentas de civilizaciones precolombinas,
ofrendas, malacates, agujas de huesos y una infinidad de piezas talladas en
obsidiana, que sin duda alguna cuentan una historia de lo que ocurrió hace
miles de años en este municipio.
Foto: GammaClass
Son muchos
los lugares con una gran importancia histórica que dan identidad a un municipio
pero lamentablemente la información no siempre se distribuye de manera
adecuada, te dejo algunas muestras de los objetos que se han encontrado en el municipio.
Foto: GammaClass
He llegado a este blog por sugerencia de una amiga, y por el tema que aquí se ocupa. En principio, debo reconocer la iniciativa por realizar divulgación histórica de Tequixquiac, ya que no es algo fácil, y a veces ni siquiera le interesa a la gente. Sin embargo, me atrevo a sugerir una mayor documentación respecto a las aseveraciones históricas que se hacen sobre el proyecto del Desagüe de la Ciudad de México, y principalmente sobre el Sacro de Tequixquiac.
ResponderBorrarA pesar de la relevancia histórica que tuvo durante la segunda mitad del siglo XX, gracias al trabajo de Luis Aveleyra, actualmente se pone en tela de juicio la autenticidad del Sacro de Tequixquiac, por el tiempo que estuvo extraviado y por no haber hecho, en su momento, un levantamiento arqueológico adecuado; respecto a estos temas se puede leer el trabajo de Eduardo Matos Moctezuma, en la revista de arqueología mexicana, y el libro "El primer mestizaje" de Christian Duverger.
Como mencione en un principio, esto no es una crítica, se trata de una sugerencia para una divulgación histórica más optima.